Liberman, Arnoldo
Wagner: el visitante del crepúsculo
Gedisa,1990. 208 p. 978-95-0911-362-6, Cód. 302353, 15.5 x 22.5 cm. $400

Colección: CLA-DE-MA (Clásicos de Mañana).

Este libro, entre la biografía y la reflexión filosófica, toma aspectos de la obra y la vida de Richard Wagner (sus amores, sus amistades, sus conflictos religiosos y políticos, su concepción del arte) con el fin de extraer de ellos los soportes ideológicos que avalan la interpretación del autor. Intento profundo y serio de hacer justicia al músico desmarcándolo de connotaciones tradicionalmente simplistas y de complicaciones totalitarias contemporáneas.

Búsqueda vehemente, impulsada -como dice Liberman- "más por la pasión que la música brota en mí que por la fría realidad cronometrada". El libro se centra en dos parejas wagnerianas: el Holandés y Senta, tomados de El holandés errante y de Tristan e Isolda; de la ópera homónima. Igualmente Liberman centra en Parsifal su inquietud metafísica. Los personajes de Wagner "nos son marionetas frágicas, sino animales heridos de amor. Sus héroes aspiran no sólo al absoluto de un acto definitivo sino a dejarse ir más allá del último instante, porque el amor es el comienzo y el fin de todas las cosas"

A través de la obra de Wagner, de su música, de sus amores, de sus cartas, el autor va dibujando el drama wagneriano en tres oberturas, cuatro actos, un intermedio y una reflexión final. Muchos dieron su opinión sobre el gran músico. "Expreso todos los matices de la obra poética" (Tolstoi); "Wagner fue un bello atardecer al que se confundió con un amanecer" (Debussy); "Wagner era mi dios, y yo deseaba convertirme en su profeta" (Bruno Walter); "Wagner era la música misma como objeto de especulación filosófica" (Stavinsky).

Para describir esta fascinante personalidad, Arnoldo Liberman prefiere dejar la última y definitiva palabra al mismo Wagner.




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